Los Lagos de Xalapa y sus manantiales olvidados

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En el corazón de Xalapa, los emblemáticos Lagos del Dique han sido escenario de múltiples debates sobre su conservación y sostenibilidad. Mientras algunos afirman que estos cuerpos de agua solo dependen de la lluvia, investigaciones recientes demuestran lo contrario: aún existen manantiales que los alimentan, aunque cada vez más afectados por la contaminación y el deterioro urbano.

Los manantiales, fuentes ocultas de vida

Carlos Manuel Lezama Alcocer, activista y defensor de los cuerpos de agua en Xalapa, ha realizado estudios junto con otros investigadores para identificar y documentar los manantiales que nutren los Lagos del Dique. Sus hallazgos contradicen la creencia de que los Lagos dependen únicamente del agua pluvial y revelan la existencia de al menos cuatro descargas naturales:

El manantial Casa del Lago, ubicado detrás del escenario de la Casa del Lago de la Universidad Veracruzana, vierte su caudal en una fuente ornamental y en una tubería de PVC. En épocas de sequía extrema, su aporte puede alcanzar hasta 86 mil litros de agua por día.

El manantial Tecuanapan, cuyo afloramiento es visible en el viaducto del Parque Juárez, tiene su flujo entubado y dirigido hacia los Lagos del Dique. En los meses más secos, llega a suministrar hasta 150 mil litros diarios.

El manantial Los Ameles, ubicado cerca del antiguo edificio del Sindicato de Hilados y Textiles, se distingue por sus pequeños “ojos de agua”, cuyo cauce aún se dirige a los Lagos.

Finalmente, el manantial detrás de los baños de los Lagos, situado en una fractura rocosa, también conecta su flujo a los Lagos, aunque su caudal ha disminuido con el tiempo.

Contaminación y negligencia: amenazas latentes

A pesar de la importancia de estos manantiales, su conservación ha sido relegada. Recientemente, la taquería “El Bronco” fue denunciada por verter desechos fecales y grasas en el drenaje pluvial que conecta con los Lagos, un hecho que indignó a la comunidad y generó protestas. Este tipo de descargas contaminantes, sumadas al desinterés por la restauración de los afluentes naturales, han acelerado el deterioro de este ecosistema.

El caso de los Lagos del Dique es solo un reflejo del problema mayor que enfrenta Xalapa con la gestión de sus recursos hídricos. Aunque la contaminación y el desarrollo urbano han reducido el caudal de estos manantiales, aún existen y podrían ser clave en estrategias de saneamiento y recuperación.

Reconocer para preservar

Los especialistas y activistas coinciden en que el primer paso para la recuperación de estos cuerpos de agua es reconocer su existencia. “Muchos manantiales han sido maltratados, su flujo ha disminuido y su calidad se ha mermado, pero aún resisten y persisten. Es fundamental nombrarlos y protegerlos”, enfatiza Lezama Alcocer.

La restauración de los Lagos del Dique requiere más que intervenciones superficiales; es necesario un plan integral que incluya la protección y saneamiento de sus manantiales, el control de descargas contaminantes y la colaboración entre autoridades, expertos y ciudadanos. Solo así estos cuerpos de agua podrán continuar siendo parte del paisaje y la identidad de Xalapa.

La Jornada Veracruz

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