Tráfico de fauna y flora, un pasivo con el ambiente y la sociedad: biólogo
Orizaba, Ver.- Veracruz –en especial la zona centro– ocupa el tercer lugar nacional en tráfico ilegal de especies, entre las que destacan los reptiles, indicó el biólogo Héctor Rojas. Por décadas este ilícito ha sido el tercer comercio ilegal más lucrativo en México, después del tráfico de drogas y armas.
“Cada región tiene un movimiento específico en el tráfico de especies, tanto de animales como de flora. En esta zona el tráfico de vertebrados y, especialmente, de reptiles, es muy notable. También se extraen de manera ilegal cactáceas, orquídeas y plantas como la ‘pata de elefante’”, explicó.
Dicho delito no está regulado adecuadamente debido a una falta de capacidad técnica y financiera, señaló el biólogo. “No es un problema nuevo, pero no se corrige. Por el contrario, se mantiene y se perpetúa, evidenciando una deuda enorme de las autoridades ambientales con la sociedad”.
Rojas destacó que la zona de Tinajas, en el sur del estado, es un punto clave en el comercio ilegal de fauna silvestre. En el pasado, mencionó, era común encontrar jaulas con loros y tucanes a la venta, mientras que se traficaban reptiles de manera clandestina.
El estado de Veracruz, con su vasta biodiversidad, es un punto estratégico en el tráfico de especies provenientes de regiones como Oaxaca y Chiapas. “No sólo es un lugar de paso, sino también un sitio donde la mercancía ilegal se comercializa. A veces encontramos animales que no son de la región pero que aquí se venden”, agregó el experto.
Advirtió que el tráfico ilegal tiene consecuencias graves para la biodiversidad y los procesos naturales en la región. Rojas mencionó que actividades como la polinización se ven afectadas, lo que a largo plazo repercute en el equilibrio ecológico y el desarrollo sostenible.
El biólogo subrayó que la sociedad también desempeña un papel en este problema, ya que muchas veces no se denuncian estas actividades ilícitas. Además, criticó el desempeño de la Procuraduría de Medio Ambiente (PMA) durante la pasada administración, señalando que no cumplió con su labor de vigilancia y protección ambiental.
Veracruz ocupa el tercer lugar en biodiversidad biológica a nivel nacional, sólo detrás de Oaxaca y Chiapas. Sin embargo, también es el tercer estado con mayor tráfico de especies, un fenómeno que pone en riesgo su riqueza natural.
“Este estado tiene un papel fundamental en la biodiversidad de México, pero también en este delito. Es una realidad que las autoridades deben atender de manera urgente”, afirmó Rojas.
El especialista reiteró que este comercio ilegal afecta tanto a los animales como a las plantas de la región. Los reptiles son especialmente demandados debido a su valor en el mercado negro. Por su parte, las plantas como las cactáceas y las orquídeas son extraídas de su hábitat natural para ser vendidas en el comercio clandestino.
Para enfrentar este problema, Rojas hizo un llamado a las autoridades ambientales y a la sociedad civil para trabajar juntos en la protección de la biodiversidad. “Hace falta una vigilancia más estricta, mayores recursos técnicos y financieros y, sobre todo, una participación de la ciudadanía para denunciar estas prácticas”.
El tráfico ilegal de especies, concluyó, “no solo amenaza la biodiversidad de Veracruz, sino también los procesos ecológicos fundamentales para la región. Atender este problema es una tarea urgente que requiere compromiso y acciones contundentes de todos los sectores involucrados”.
Animales son seres sintientes, pero sin derechos: ARPA
Para la organización Acciones para el Respeto y Protección Animal (ARPA), las especies sólo son reconocidas como seres sintientes, sin que todos los humanos del planeta tierra respeten su vida.
La integrante del proyecto ARPA, Lourdes Jiménez Mora, dijo que el 10 de diciembre, día de los animales, visualiza la necesidad de que los animales tengan derechos. “Pero a ningún animal se le han reconocido sus derechos. Hay algunos que han sido reconocidos como seres sintientes, pero no hay derechos puntuales, no para una especie, no para un grupo de animales”, dijo.
Hay algunos como una orangutana en Argentina, o un perro al que sus dueños han logrado que sean reconocidos sus derechos, pero este privilegio no lo tienen todas las especies, dijo. “Hay animales como una orangutana que se llama ‘Cecilia’; un perro que se llama ‘Clifford’. pero son sólo algunos que por alguna situación jurídica legal se ha logrado que se le reconozca como ser sintiente; como sujeto de derecho en ciertas situaciones pero los animales no tienen derechos, es un problema muy grande que seguimos luchando por eso” expuso.
En el caso de los animales de compañía como perros y gatos, tampoco han sido reconocidos sus derechos, sino que son cuidados y alimentados como parte de las obligaciones de las personas, aclaró Lourdes Jiménez.
“Esas son obligaciones de las personas, pero no derechos de los animales, es decir, nosotros como personas tenemos derechos físicos y morales. Por ejemplo una empresa tiene derechos porque está integrada por humanos pero ante la autoridad una empresa es una persona moral y para nosotros no debería tener más importancia una persona moral que un animal”, afirmó.
Otras voces, dijo la integrante del Proyecto ARPA, argumentan que los derechos vienen con obligaciones. “Entonces si los animales no tiene obligaciones tampoco deben tener derechos”, dijo.
Lourdes Jiménez afirmó que los humanos deben reconocer que si bien un animal no tiene obligaciones, cierto es que su participación en el planeta tierra mantiene el equilibrio. “Si los animales no tienen obligaciones, sí han tenido una participación importante en la supervivencia del planeta. A lo mejor no es su obligación, pero mantienen el equilibrio del planeta; eso lo peleamos”, afirmó.